Se sabe que entre los 12 y los 25 años el cerebro se transforma de forma decisiva. La reorganización cerebral prepara al adolescente para el «despegue» necesario de la infancia a la adultez. Es una fase preciosa, exquisitamente sensible y muy adaptable. Es la preparación para abandonar la seguridad del hogar y salir al complicado mundo exterior.
A las familias nos cuesta hacer los ajustes necesarios. ¿Cómo ayudar a los adolescentes cuando su nuevo mundo de relaciones y actividades les tienden trampas como las drogas, las relaciones de abuso, la violencia u otras? ¿Cómo superar las escaladas de agresividad en casa? ¿Cómo ayudarles a calmarse, a afrontar sus frustraciones, a desarrollar su vocación? El amor en esta etapa requiere más distancia, reconocimiento y respeto, ¿cómo conectar emocionalmente en medio de las tensiones de la vida diaria?